Aunque avanzan los diálogos entre el Gobierno y los empresarios de este gremio, aún no hay fecha para conocer esa reglamentación.
Nicolás Arismendy González
Tres reuniones se han hecho en un mes, pero el Gobierno Nacional y los empresarios del plástico todavía no llegan a un acuerdo.
El 7 de julio deberá entrar en funcionamiento esa prohibición para los plásticos de un solo uso, tal como lo recordó Andrés Botero, director ejecutivo de la Cámara Ambiental del Plástico.
Andrés Botero, director ejecutivo de la Cámara Ambiental del Plástico, expresó su preocupación. «El tiempo avanza en nuestra contra. Necesitamos tener todo listo para la certificación de economía circular, adaptación laboral y una posible reconversión industrial. El temor radica en que el tiempo disponible podría resultar insuficiente debido a la falta de reglamentación», sostuvo.
“No han existido avances significativos en esta materia. De verdad que el próximo 7 de julio de 2024 entraremos en una situación crítica y agónica. Por favor, señores del Gobierno y señora ministra del Medio Ambiente, reglamentemos la Ley de Prohibición de Plásticos de un solo uso”, fue lo que señaló el director.
La normativa establecía, por ejemplo, que la prohibición debía reglamentarse seis meses después de la expedición de la ley. Por tal razón, el gremio hizo un llamado urgente a avanzar en las soluciones, ya que aproximadamente doscientos cincuenta mil empleos directos y más de setecientos cincuenta mil empleos indirectos de la industria del plástico y se ven afectadas por esta situación.
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Se destaca que muchas empresas han implementado aditivos biodegradables que aceleran el proceso de descomposición del plástico a un poco más de dos años, en contraste con los cien o más años que solía requerir anteriormente.
El gremio le pide al Gobierno avanzar en este diálogo y en soluciones. Recordemos que son, por lo menos, 250.000 empleos y más de 750.000 indirectos los que hacen parte de la industria del plástico.
«Necesitamos tener todo listo para la certificación de economía circular, adaptación laboral y una posible reconversión industrial», concluyó Botero.
