La industria colombiana del plástico aún no conoce la reglamentación para la prohibición de los plásticos de un solo uso. La incertidumbre y la mala fama tiene a los plastiqueros en riesgo.
Más Colombia habló con Cristian Halaby, empresario de la industria colombiana del plástico y presidente de la Cámara Ambiental del Plástico, sobre los reclamos del sector frente a la falta de una reglamentación para la prohibición que se avecina y la situación en medio de la radicalización del ambientalismo.
¿Cuáles son los reclamos de la industria colombiana del plástico?
La industria colombiana del plástico pide dos cosas. La primera, que se reglamente en tecnología y en la ley, que sea algo que se pueda cumplir, o sea, que no nos pongan la reglamentación y la vara imposible, sino que podamos llegar allá como industria.
Dos, que ojalá nos den tiempo. El problema es que la ley no lo da, tendríamos que buscar alguna moratoria, alguna cosa distinta, para que la ley nos dé siquiera un año más para su entrada en vigor, que es muy difícil porque habría que hacer un nuevo proyecto de ley.
O que haya una medida cautelar de la Procuraduría que nos ayude a que esa entrada en vigor sea más tarde.
La buena noticia es que la Cámara Ambiental en este escenario ha tratado de hacer los acercamientos con el Ministerio de Ambiente (MinAmbiente), de llevar los argumentos técnicos.
Los funcionarios de carrera del MinAmbiente han oído los argumentos. No ha sido fácil, pero los han oído. Hicimos el plantón, que desencadenó en una reunión de todos los actores, con los demás gremios que están en esto, con congresistas que han sido antiplástico recalcitrantes, con el MinAmbiente, con la Procuraduría, con mucha gente y donde llegamos a ponernos de acuerdo en que la hoja de ruta es la misma para todos.
Y que posiblemente vamos a tener una reglamentación, no perfecta, pero sí relativamente buena, antes del final de abril. Pero vuelve y juega, no vamos a tener sino mayo, junio y julio para una adaptación completa de una industria con 250 mil personas. Es casi imposible.
¿Cuál sería el impacto de no lograr una reglamentación conveniente?
El problema es que se habla de que en el mundo del plástico hay alrededor de 250 mil personas. Son más o menos unas 9 mil empresas que nosotros tenemos mapeadas y son en su mayoría empresas familiares, microempresas, pequeñas, algunas medianas y muy pocas grandes, pero muy significativas.
Y esos pequeños y medianos son los que tienen la mayor dificultad, sobre todo porque la mayoría de los medianos y pequeños son multimateriales, o sea, ellos venden muchos materiales en sus tiendas y fabrican un montón de cosas con pocas máquinas.
Aunque hay maneras en que la industria se ha ido adaptando para hacerlo más biodegradable, más amigable con el ambiente, igual la gente sigue preocupada.
Nosotros tenemos que buscar por todos los medios legales posibles que se pueda postergar la entrada en vigor. Que sea en al menos un año para que la industria colombiana del plástico tenga el tiempo de acomodarse y de prepararse para tener todos estos productos listos y desarrollados con las tecnologías adecuadas.
¿Cuál es la situación reciente de la legislación sobre plástico en Colombia?
Están actualmente la ley 2232 del año 2022, que es la ley de prohibición de plásticos de un solo uso, que es con la que estamos teniendo en este momento tantos problemas. Y la ley 2277 de 2022, que es la reforma tributaria.
La ley 2232 es de julio del 2022 y tenía 6 meses para reglamentarse. Llevamos 16 meses y no se ha reglamentado y la entrada en vigor es el 7 de julio de este año. o sea, el 7 de julio de este año los plastiqueros que llevan 10, 20, 30, 40 años trabajando en esto, una industria que en Colombia lleva 77 años, esos plastiqueros el 7 de julio sin opciones, sin haberse podido acoger a las excepciones que tiene la ley se van a convertir en delincuentes.
Y va a ser completamente imposible que aun saliendo hoy la gente alcance a cumplir con la reglamentación. Entonces ese es el escenario donde estamos.
A eso le sumamos la reforma tributaria que es una ley confiscatoria para la industria colombiana del plástico. Es una ley que tiene un impuesto que es de más del 50% del valor del producto en general y supera cualquier posibilidad del margen económico de cualquier empresa. Por lo tanto, es impagable y confiscatoria.
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¿Qué excepciones contempla la ley 2232 de 2022?
La ley 2232, la industria ayuda a construirla y logró que se incluyeran unas excepciones a la prohibición de 14 productos específicos mediante unas opciones ambientales, que incluyen temas de circularidad, responsabilidad extendida al productor, la exclusión directa a algunos productos como pueden ser los que van a medicamentos, hospitales, químicos de alto impacto.
Adicionalmente el tema de la tecnología de la biodegradación y una última excepción que es el análisis de ciclo de vida. Cuando se habla de análisis de ciclo de vida, se refiere a tomar un material y compararlo con sus sustitutos para ver cuál generó más huella de carbono a lo largo del tiempo.
Hasta ahora los que se han hecho en plástico casi todos dan a favor del plástico. Pero es un tema que es demasiado costoso para los pequeños y medianos empresarios del plástico colombiano. O sea, un estudio de análisis de ciclo de vida para un producto específico puede costar alrededor de $200 millones y no todo el mundo puede hacerlo. Ese es el problema que tiene eso
¿Qué dice la industria frente a las preocupaciones del impacto del plástico en el medioambiente?
Recientemente el plástico se ha vuelto el enemigo de la sociedad de una forma u otra. ¿Por qué? Por un tema de percepciones, no es un tema científico sino de percepción.
El plástico nace como una solución a unos gases que se liberaban en las plantas petroquímicas. Pues al procesar el queroseno quedaban unos gases, y la solución para eso fue convertirlos monómeros, tales como el etileno, el estireno, etc.
Después, encontraron que se podían juntar unos monómeros con otros y convertirlos en un material que era muy liviano, muy resistente y maleable, y ese es el plástico.
Entonces, sus dos propiedades originales que lo hicieron tan famoso e importante fueron que es el material conocido por el hombre con mayor capacidad de resistencia a menor peso, por eso está por todos lados, en los aviones, en los carros, en los celulares, porque es liviano y fuerte.
El plástico además es, en su fabricación, el producto más ambientalmente amigable de todos porque todas las alternativas consumen o más energía, o agua, o químicos.
Además, la menor huella de carbono por su bajo peso en el transporte es del plástico, comparado con el papel, que puede ser 2 o 3 o 4 veces, comparado con el vidrio, que puede ser 10 veces, comparado con el metal, que puede ser 15 veces en el transporte.
Con el tiempo, en la medida en que se va acumulando desechos, porque la sociedad no siempre tiene las mismas conciencias, las conciencias van cambiando, se empiezan a acumular desechos y se vuelve el material el malo.
Porque empieza a flotar, porque empieza a verse por ahí en las playas, porque empieza a verse o en los ríos, como efecto de lo desordenado que es el ser humano, porque exactamente lo mismo pasa con los textiles y exactamente lo mismo pasa con las botellas y con las latas.
Lo que pasa es que la mayoría de las otras cosas se hunden hasta el fondo, el plástico flota, entonces se ha vuelto por eso, digamos por percepción, el enemigo.
¿Qué propone la industria?
Lo que la industria colombiana del plástico propone son varias cosas. Uno, cambiar las formas de contratación de la recolección de las basuras para que se recoja por días y por materiales es decir un día los orgánicos, al otro día los reciclables, etc.
Que luego eso vaya a unos lugares específicos donde haya una separación, que ya debe llegar medianamente hecha desde las casas. Pues la industria está preparada para aprovechar el material, realmente hay unos compromisos de responsabilidad extendida donde los productores se comprometen a no dejar sus productos sueltos y empezar a recogerlos para reincorporarlos.
Para eso tiene que haber un cambio de pliegos de contratación de los servicios de aseo porque hoy les pagan por tonelada recogida y kilómetro recorrido lo que quiere decir que para ellos no hay un incentivo en la recolección y la separación en la fuente.
¿Qué alternativas existen para aprovechar nuevamente los plásticos de un solo uso?
Esto es muy importante por lo siguiente, el plástico en sus orígenes era materia orgánica, era, por decir algo, plancton o dinosaurios que quedaron en la tierra, y como efecto de la presión y la temperatura se convirtieron en un fósil. No les tocó ser diamantes, sino que les tocó ser petróleo.
El petróleo es el que el ser humano utiliza y lo convierte en plástico. Lo único que le estamos cambiando al volverlo plástico, gasolina o lo que sea, son unas propiedades químicas, le estamos reorganizando sus cadenas de carbono e hidrógeno.
Entonces lo que está buscando la ciencia con respecto al plástico es una de tres cosas. En primer lugar, que luego de ser plástico lo podamos convertir en algo distinto como energía. Por ejemplo, en Suecia existen unas grandes plantas, en Copenhagen hay un incinerador inmenso en la mitad de la ciudad que tiene inclusive una pista de esquí.
En Suecia importan basura del mundo, cerca de 300.000 toneladas al año, que las convierten en energía en unos incineradores y con eso calientan el agua de alrededor de 500.000 hogares, entonces allá de servicios públicos se paga energía, teléfono, agua, y agua caliente, y el agua caliente son las tuberías que van por toda la ciudad calentando los hogares, entonces esa es una de las maneras de aprovecharlo,
Otra es el reciclaje y la tercera es la biodegradación. Lo que pasa es que el plástico es muy impermeable y no permite la entrada de agua, no pueden entrar los microorganismos fácilmente y la biodegradación tarda demasiados años.
Entonces lo que se ha logrado es que, con unos aditivos enzimáticos, se permita que los microorganismos entren a las moléculas de plástico y se coman las cadenas de carbono e hidrógeno porque son materia orgánica.
Hoy podemos tener en lugares de disposición final, sin romper la cadena de reciclaje, una biodegradación de entre 1 y 5 años. O sea que ya estamos igualando la única propiedad con que el papel le ganaba al plástico con la incorporación de tecnología.